Samadhi, trascendiendo la conciencia individual

La tradición del Yoga va mucho más allá va de la práctica de asanas. Es más que el método de adiestramiento psicofísico, que lograr un buen equilibrio, una postura correcta y una figura perfecta. Sin embargo, muchos creen que ciertos niveles de esta práctica, no están hechos para todas las personas. En realidad, es un método que invita a todos por igual, siempre que estén abiertos y dispuestos, a llegar a niveles insospechados de conciencia como Samadhi, si bien sean unos pocos quienes efectivamente logran alcanzarlos.

Conoce en qué consiste Samadhi, y cómo se puede alcanzar a través de las prácticas del yoga y meditación.

Qué es Samadhi

Samadhis un estado de conciencia y espiritualidad. Es donde las experiencias sensoriales y las cosas materiales dejan de tener importancia en el estado mental del practicante de yoga. Es pasar a un estado de iluminación en el que no existe el deseo de ningún tipo de existencia condicionada. Ocurre cuando se disuelve la percepción del “yo” para dar paso a un estado de unidad con el objeto de concentración, o bien con el universo.

El estado de Samadhi de hecho, puede ser temporal o permanente. Cuando es permanente representa la liberación definitiva del ser, y el que lo alcanza, se convierte en un ser liberado del ciclo del Samsara.

Sin embargo, mientras llega el momento de desencarnar, el ser sigue asociado a su cuerpo y mente y por naturaleza, debe continuar atendiendo las necesidades psicosomáticas de su organismo, pero sin dejar de estar en otro plano de consciencia supramundano.

El Samadhi y la religión

Así como en la India con el hinduismo y budismo, los escritos sagrados de los cristianos, islámicos y judíos, también hacen hincapié en una especie de Samadhi. Se describen diversas técnicas para despojarse de las investiduras materiales y alcanzar el camino espiritual hacia Dios. De hecho, los profetas en la Biblia se convirtieron en profetas porque alcanzaron distintas etapas de Samadhi. Los santos en las diversas religiones del mundo también se hicieron santos por la misma razón, así como los que alcanzaron el Tao en la religión china, o quienes descubren su propia condición de Buda según el budismo. Todo se debe a los logros de estados de conciencia Samadhi.

Si a través de la oración u otras prácticas de cultivación el individuo puede silenciar su mente, entonces puede alcanzar el estado de gracia espiritual hacia su Dios, o la unión absoluta con el universo, que llamamos Samadhi.

Relación del Samadhi con el yoga

El estado de Samadhi es la meta más elevada del verdadero yoga. Es un estado de supraconsciencia muy anhelado por quienes están en busca de una verdadera vida espiritual. Se trata de una realidad que sobrepasa la consciencia ordinaria y limitada; es el supramundo en el que se pueden obtener percepciones o “golpes de luz” y experiencias transformativas que están más allá del estado mental puramente conceptual.

La meta final de un yogui es el samadhi. Sin embargo, muchos practicantes de yoga, e incluso, muchos profesores de asana, no meditan porque no entienden el valor de hacerlo o porque no han tomado en serio las enseñanzas más profundas del yoga. Algunos también creen erróneamente que su estado mental no les permite concentrarse en el pranayama y la meditación hasta no haber perfeccionado la práctica del asana, un error que puede retrasar el inicio de conocer la verdadera esencia de esta práctica.

Samadhi en el camino de Ashtanga Yoga

Samadhi es la etapa final de los ocho caminos contemplados en el Ashtanga yoga. Es “el estado de Despertar”, el resultado de una práctica de yoga correcta, que ya ha recorrido los 7 caminos precursores.

Llegar a estar en un estado constante de Samadhi, ciertamente es muy complejo, pero es el objetivo final. Como resultado, el meditador se vuelve completamente consciente de la interconexión de todos los seres vivos, puede observar todo con precisión sin pensar, y puede estar en paz y feliz con todo lo que es, tal como es.

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Cómo se lleva a cabo la práctica de meditación

Samadhi no consiste en una práctica como decir el equilibrio de una asana durante el yoga. Sin embargo, existen muchos tipos de técnicas de concentración para alcanzar la meditación plena y ayudar al practicante a avanzar hacia un estado de Samadhi. Su efectividad simplemente dependerá de la compatibilidad entre el practicante y la técnica empleada.

El practicante puede poner la concentración de su mente en el Hara, el Chakra del corazón, el tercer ojo, el Dhyana y la parte superior de la cabeza. Las experiencias de Samadhi que ocurren cuando hay un enfoque en cada una de estas puertas, varían significativamente. Por ejemplo:

• Las experiencias de Samadhi que ocurren a partir del Hara tienen una calidad terrenal y profundamente anclada.
• Desde el corazón, el Samadhi se presenta en una dulzura y un éxtasis inexpresable.
• A través de Dhyana en un flujo continuo de concentración se puede alcanzar el Samadhi de una manera muy sutil.
• Desde el tercer ojo, la experiencia de Samadhi es fresca y luminosa.
• Desde la parte superior del chakra de la cabeza, puede ser inmensamente impactante.

El estado meditativo óptimo

Durante un estado de meditación óptimo para el Samadhi, se desencadena un tipo especial de visión intuitiva infinitamente más sagaz y fiable que la visión condicionada por la mente y el ego. Es una intuición mística que realmente muta la psique de la persona y le permite superar trabas como la ofuscación, la avaricia, el odio y el miedo.

El Samadhi es como una ventana abierta al cosmos, donde la visión es transpersonal y no egocéntrica. El que realiza el Samadhi se establece en su puro ser o esencia más allá de la ordinaria máscara de la personalidad. Se desprende de lo adquirido materialmente y del apego, para poder permanecer en lo que nunca dejó de ser.

Un ser humano que experimente Samadhi por primera vez, se transformará para siempre. Esta experiencia representa una libertad total que va más allá de cualquier cosa que pueda describirse con palabras y es por eso que a partir de la primera experiencia, el individuo sólo tendrá la necesidad de encontrar situaciones y condiciones donde el Samadhi pueda manifestarse.

Dependiendo del poder de la mente y la profundidad de la experiencia de Samadhi, un practicante puede necesitar muchísimos años para alcanzar la concentración y la meditación para lograr el último nivel de estado de conciencia en las prácticas de yoga.

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Conclusión

Ciertamente, no todas las personas hoy son capaces de recorrer el largo camino y lograr alcanzar la etapa definitiva de Samadhi. Es una disciplina estricta que requiere de un compromiso sólido y una dedicación constante, pero que está allí, al alcance de quienes realmente desean experimentar niveles sorprendentes de conciencia y espiritualidad. Un camino fascinante que todos los seres humanos deberíamos descubrir para conocer nuestra verdadera esencia.