Sri K. Pattabhi Jois: vida y legado

Recordado como uno de los maestros de yoga más relevantes del pasado siglo, Sri K. Pattabhi Jois, sigue siendo hoy una de las figuras más relevantes que ha influenciado de manera positiva en la práctica de esta milenaria disciplina física, mental y espiritual. Desde muy corta edad se aferró a la práctica de yoga hasta convertirse en un erudito. Aquí te hablaremos de su vida, sus enseñanzas y su legado.

Biografía

En julio de 1915, en Kowshika, a unos 150 kilómetros de Mysore, nace Sri K. Pattabhi Jois, proveniente de una familia Brahmán (alta casta en el sistema social establecido porel hinduismo). Nacido en el medio de una familia numerosa: un total de nueve hermanos. Su padre era astrólogo y sacerdote. Su madre se dedicaba a la atención del hogar y sus hijos.

Con tan sólo 5 años de edad ya K. Pattabhi no sólo se inició en la escuela, sino que comenzaba a recibir muchos conocimientos por parte de su padre, quien le inculcaba sánscrito, astrología, mantras, y naturalmente, empieza a estudiar los Vedas y rituales del hinduismo como todos los niños Brahmanes.

Las primeras atracciones hacia la disciplina del Ashtanga yoga florecieron en la adolescencia, a los 12 años, después de presenciar una demostración de esta práctica en la escuela. En esa misma oportunidad conoció a Sri T. Krishnamacharya, uno de los yoguis más distinguidos de la época, quien, después de evaluarlo, lo seleccionaría como uno de sus pupilos para impartir sus conocimientos de yoga.

Su vocación por el yoga lo llevó a mantenerse activo en la práctica, pero a espaldas de sus padres. Tomaba unas horas antes de entrar a la escuela para desviarse a casa de su Gurú, caminando diariamente una distancia de 5 kilómetros, temprano por la mañana.

A la edad de 14 años celebró su ceremonia de iniciación, en la que un niño Brahmán se convierte en un hombre y es oficialmente iniciado en los caminos espirituales. A pesar de este reconocimiento, y con poco dinero en su bolsillo, K. Pattabhi Jois huye de su hogar, para poder iniciar sus estudios de sánscrito en la Universidad de Mysore.

Si bien su estatus social le aseguró admisión gratuita a la universidad, sus primeros años no fueron sencillos. El dinero era escaso, por lo que a veces tenía que pedir comida en hogares de brahmanes o dando demostraciones de yoga a cambio de privilegios en el comedor de la universidad.

Como una clara interpretación del destino, Sri K. Pattabhi Jois vuelve a tener contacto con su Gurú T. Krishnamacharya en una demostración de Ashtanga yoga llevada a cabo en la universidad. Nuevamente se inicia una relación muy estrecha entre ambos que duraría muchos años.

Al enfermar Sri Krishna Rajendra Wodeyar, el Maharaja de Mysore, fue Krishnamacharya quien logró curarlo a través del yoga. En agradecimiento, se estableció un Yoga Shala en los terrenos del palacio para Krishnamacharya, quien recorría el país dando demostraciones con sus estudiantes más destacados, entre quienes se encontraba el Guruji. Durante ese tiempo, las enseñanzas de Krishnamacharya se transmitieron a alrededor de un centenar de estudiantes.

Pero K. Pattabhi Jois particularmente, mostró un desarrollo y una evolución muy distinta frente a su gurú, y la relación entre ambos se intensificó, lo que dio pie a más enseñanzas. A partir de entonces comenzó a estudiar la teoría yóguica que enseñaban los textos antiguos, su filosofía y práctica, también aprendió cómo obtener los beneficios del yoga terapéutico y la capacidad de esta disciplina para curar enfermedades.

Carrera en la enseñanza

El Maharaja admiraba los conocimientos y las demostraciones del Guruji, por lo que le ofreció una posición enseñando yoga en la Universidad, permaneciendo e este puesto entre 1937 hasta 1973. En un principio, el salario era bajo y hacía difícil mantener a su creciente familia, pero la situación se alivió un poco hacia 1956, cuando se convirtió en profesor, recibiendo el título de Yogasana Visharada Vedanta Vidvan.

Centro de Investigación

En 1948, motivado por investigar el método de Ashtanga Yoga, K. Pattabhi Jois fundó desde su modesto hogar, su propio Centro de Investigación de Asthanga Yoga (Ashtanga Yoga Nilayam) en el Distrito Mysore. Aquí iniciaría las investigaciones científicas del yoga, haciendo experimentos con varias personas, para tratar algunas afecciones de salud, basado en varios fundamentos : la Yoga Korunta, los Yoga Sutras de Patanjali, el Bhagavad-Gita, los Upanishads, su propio gurú de enseñanzas y otros textos sagrados.

Obra Literaria: Yoga Mala

Pattabhi Jois escribió el Yoga Mala en un período de tres años. Este sería su único libro publicado en Kannada, su idioma natal, en el año 1962, que sería traducido al inglés años más tarde. En él logra hacer una descripción bien extensa de la naturaleza de la práctica del Ashtanga yoga, basado en vinyasa y considerando la antigua filosofía hinduista, la serie primaria de Ashtanga. En el libro también menciona las distintas maneras que existen de combinar el yoga con la agitada vida moderna para lograr obtener todos sus beneficios.

El Yoga Mala es un reflejo de los conocimientos adquiridos por K. Pattabhi Jois a lo largo de sus 25 años de formación en esta disciplina. De su total entrega y la firme convicción de los poderes espirituales y los efectos de sanación que se derivan de su práctica.

En el Yoga Mala se describe un componente sumamente importante de la práctica de Ashtanga Yoga tal como la transmitía Pattabhi Jois, que no formaba parte del canon de información del Yoga Korunta, ni de las enseñanzas particulares de Krishnamacharya. Se trata de Surya Namaskara A y B, las series de Saludo al Sol formuladas por el Guruji.

Posteriormente, algunos estudiantes K. Pattabhi Jois, también escribieron otras obras, donde relatan la experiencia vivida y los aprendizajes obtenidos directamente a través de su Gurú.

Expansión del Ashtanga Yoga a otros continentes

El primer contacto del Ashtanga Yoga de Jois con el mundo occidental se da gracias a uno de sus primeros estudiantes extranjeros. El belga Andre van Lysbeth estudió bajo el Guruji por dos meses, aprendiendo las series Primaria e Intermedia. Al regresar a su país, publicó un libro donde figuraba una fotografía de Pattabhi Jos, introduciéndolo por primera vez a los europeos, y sentando la base para la ola de estudiantes occidentales que recibiría (desde Europa primero, y desde América hacia 1971).

Sin embargo, es en 1973 cuando el Ashtanga de Guruji comienza realmente a extenderse hacia otras fronteras. Ese año viaja por primera vez a Sao Paulo, Brasil. A partir de esta experiencia, comenzarían los viajes de enseñanza por gran parte de Europa, Oceanía y América, continuando así por los siguientes 20 años, hasta darse a conocer en el mundo entero.

Otras escuelas

El instituto de Lakshmipuram requirió de una expansión para poder acoger a la gran cantidad de estudiantes que llegaban de todas partes del mundo, por lo que inaugura en el año 2002 un nuevo centro, el Yoga Shala donde se impartía clases a 150 estudiantes al mismo tiempo. Cuatro años más tarde se cumple el sueño de inaugurar una nueva sede más allá de sus fronteras, en Florida, Estados Unidos.

Otra nueva escuela se inaugura en en Gokulam, al otro lado de Mysore. Esta sala es liderada por su hija Saraswati Rangaswamy y su nieto R. Sharath Jois.

Problemas de Salud

A partir del año 2007, Guruji comienza a presentar problemas serios de salud, logrando recuperarse sólo de vez en cuando para seguir impartiendo sus conocimientos. Sin embargo, ya a finales del año 2008, decide retirarse definitivamente, con la gran satisfacción de haber dedicado 7 décadas de su vida a la filosofía del Yoga. Dejando a su hija Saraswathi y su nieto Sharath, la gran responsabilidad y satisfacción de continuar con su magno legado.

El 18 de mayo de 2009 a los 93 años de edad, Guruji falleció en su casa en Mysore. Su desaparición física representó un gran lamento para la gran familia del Yoga a nivel mundial.

Su vida fue una larga trayectoria, con una clara convicción desde el principio, de querer dedicar por completo sus años a transmitir valores, conocimientos, enseñanzas, consistencia e integridad. Es precisamente debido a la gran virtud de su propia e inmortal fe y entusiasmo, que los conocimientos adquiridos de su Gurú Krishnamacharya siguen vivos en quienes hoy practican Ashtanga Yoga.

Frases

• « El yoga es 99% práctica y 1% teoría »
• « El yoga es una práctica interior. El resto es sólo un circo »
• « El yoga es posible para cualquier persona que lo quiere. El yoga es universal. Pero no enfoques el yoga con una mente de negocios buscando ganancias mundanas »
• « Entonces, si haces tu primer perro cabeza abajo a los 14 o 44 años, no es tu historia sino tu presencia en tu mat lo que cuenta »
• « Simplemente debes estar presente con tus propias energías cambiantes y con la imprevisibilidad de la vida a medida que se desarrolla »
• « El yoga es bueno para el hombre porque el cuerpo físico mejora, el sistema nervioso mejora, la mente mejora, el intelecto mejora, entonces, ¿cómo puede el yoga no ser bueno ? »
• « Me decepcionó descubrir que tantos estudiantes novatos hayan tomado Ashtanga yoga y lo hayan convertido en un circo para su propia fama y beneficio”.
• « Si practicamos la ciencia del yoga, que es útil para toda la comunidad humana y que produce felicidad tanto aquí como en el más allá; si la practicamos sin falta, alcanzaremos la felicidad física, mental y espiritual, y nuestras mentes se inundarán hacia el Ser »
• « ¡El yoga no es fácil! »
• « Despierta querido, sé amable con tu corazón dormido, sácalo a los vastos campos de Luz y deja que respire »
• « El sistema completo de ashtanga practicado con devoción conduce a la libertad dentro del corazón »
• « Practica y todo vendrá »
• « Cuando el control de la respiración es correcto, el control de la mente es posible »
• « Todo el propósito del Hatha yoga es purificar y controlar nuestros sentidos. Es la ciencia suprema para ayudarnos a descubrir qué hay detrás de la aparente realidad del cuerpo y la mente »
• « Respirar es muy importante. Sin respirar, la mente y el cuerpo espiritual no vendrán. Hay un método para respirar. Eso es Vinyasa »