Yoga eres Tú

Anteriormente, nuestro autor invitado Guillermo de Zan nos ofrecía algunos consejos para elegir un estilo de yoga, desde la experiencia propia, y teniendo en cuenta aspectos como el ritmo, intensidad, propósito, etc.

Hoy, sin embargo, la propuesta es muy diferente. En este artículo, Guillermo nos regala sus reflexiones acerca de la práctica de Yoga, pero más allá del intento de la asana, más allá de la actividad física; el yoga como unión, como búsqueda individual de esa pertenencia a la unicidad; el yoga como vivencia tuya, propia, pero que puedes compartir y transmitir. Por eso, “yoga eres tú”.

Te invitamos a disfrutar de estas palabras con nosotros, y recibimos de brazos abiertos cualquier reflexión o comentario que desees aportar.

Yoga eres Tú

Estamos transitando momentos de comprensión y crecimiento, preparando la conciencia para la transformación de los antiguos patrones a través de la liberación de nuestras percepciones para recordar que somos seres únicos dándole forma a esta gran Unidad.

Reflexionaba sobre los diversos tipos de práctica que esta milenaria herramienta de autoconocimiento e integración nos ha legado, en los maestros sabios y generosos que nos transmitieron su bella filosofía para guiarnos en el descubrimiento de los devenires del Amor y la Vida aportándonos un mapa basado en su propia experiencia de tan hermosa práctica, cuando un pensamiento radiante y fugaz como un relámpago iluminando el horizonte de una noche despejada convocó mi atención: Yoga eres tú.

Yoga significa unión. Unión con la consciencia plena y pura que va tomando silueta y sustancia a través de la propia práctica, unión con la vivencia única y exclusiva que atraviesa el cuerpo (y los cuerpos, si entendemos que somos más que este cochecito que lleva de paseo nuestra alma), unión con el espíritu que se manifiesta encarnado en la Vida que lo impulsa y respeta.

Unión con la esencia original y primigenia que vino con cada uno de nosotros para nutrir esta tierra, unión de nuestras partes disgregadas por la velocidad y la apariencia que nos exige la vida cotidiana, unión con lo que eres para aceptarte y reconocerte en lo indudable de la divina presencia que a cada instante en tu pulso se revela y se expresa.

Yoga eres Tú, que buscas esa conexión de tu unicidad con la fuente, que practicas con dedicación y entrega la exploración de la profundidad donde guardaste tu inocencia originaria y certera que impulsa a tu alma a reconocerse en la experiencia, que descubres como evoluciona milímetro a milímetro el alcance de tu poder y tu potencia, que recuerdas respirando que la constante del cambio es el flujo vital que nos permite acercarnos a ese estado de unidad y plenitud que reconocemos solo cuando lo alcanzamos.

Yoga eres Tú, en tu práctica diaria. Más allá del intento del asana, más allá de la clase guiada, más allá del maestro que avala, más allá de la técnica y la rama. Yoga eres tú. Haz de ti tu propio Yoga, conectando con el flujo de Amor y Vida que a través de tu Ser encuentra expresión para crecer y volver a ser el centro ineludible de este Universo infinito que nos combina y nos conjuga en una certeza que trasciende toda lógica y toda duda al integrar cuerpo, mente y emoción.

Yoga eres tú, compartite siendo Yoga.

Animate a probarte, encontrarte y desafiarte.

Animate a frustrarte, reponerte y transformarte.

Animate a sentirte, comprenderte y habitarte.

Animate a explorarte, descubrirte y conquistarte.

Porque el mejor camino a la esencia no es el que te enseñan si no aquel que al descubrir, podés enseñar y compartir, consciente de ese caudal sin fin que se expresa a través de ti bendiciendo la existencia.