De sonrisa serena, mente dispuesta y corazón abierto, Alejandro Chiarella es uno de los profesores de Ashtanga Vinyasa más destacados del yoga en Argentina. Además de su claridad para explicar, su trayectoria y su experiencia de 25 años de comunicar sus enseñanzas, Alejandro Chiarella es una persona cálida, afectiva y amorosa, aspectos que son tan importantes como el conocimiento para lograr que un maestro marque un antes y después en el camino de un alumno.
Conoció el yoga en 1988 con el sistema de BKS Iyengar. En 1990 comenzó a enseñar yoga y en ese camino descubrió el Ashtanga Vinyasa con Peter Nielsen. Se formó con Gregor Maehle, Deena Kinsberg, Sri Pattabhi Jois y su nieto Sharath Jois, entre otros maestros. Hoy, Alejandro Chiarella es es Director de Ashtanga Baires, brinda conferencias y formaciones en toda la región, destacándose por su enfoque en la Biomecánica y la filosofía del yoga.
Desde Relajemos.com tuvimos la oportunidad de conversar con
Alejandro Chiarella y aquí les compartimos sus palabras.
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¿Cómo llegaste al mundo del yoga? ¿Qué fue lo que te convocó para quedarte?
Llegué al mundo del yoga por una sugerencia de un amigo. Yo, la verdad, que sentía en el mundo que algo faltaba, estaba bastante perdido, era muy joven, no encontraba el rumbo, y lo que ocurría es que no me sentía conforme conmigo mismo; ése era el tema. No me sentía conforme ni con el mundo ni conmigo mismo. Y estaba buscando algo, algo que sea verdad, alguna verdad dentro mío, algo que me haga sentir que era yo. Y un amigo me sugirió practicar yoga.
Cuando dijo la palabra “yoga”, algo ocurrió en mí. Yo creo verdaderamente que quizás existen vidas anteriores y uno tiene una forma de recuerdo, y hay ciertos disparadores en esta vida que abren un mundo. Y la palabra “yoga” me abrió ese mundo.
Ahí empecé a practicar un poquito con una profesora, luego me empecé a comprar libros. Y de a poquito algo fue transformándome, y esa transformación hizo que yo me sienta muy a gusto, y encontré algo verdadero dentro de mí. Eso fue por lo que finalmente me comprometí con el yoga que creo que es una de las pocas cosas con las que me comprometí en mi vida, además de mi familia, y con la que me siento muy, muy a gusto.
¿Cuáles son los pilares claves en el yoga para vos?
Los pilares claves del yoga son para mí dos: la práctica y su filosofía. Es decir, en principio es muy importante practicar, es muy importante tener una disciplina. “Disciplina” es una palabra medio difícil, media áspera quizás, pero es necesario tener una disciplina y practicar todos los días. Es cierto, no todo el mundo tiene tiempo para practicar, pero aunque sea un ratito. Es mucho mejor practicar todos los días un poquito que una o dos veces a la semana una serie entera de una hora y media. Entonces, la palabra principal es la disciplina, el hecho de que la gotita que cae una y otra vez sobre algo lo va erosionando; ésa es la práctica.
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Y la filosofía es la otra mano, el otro pilar, es decir, esto no es solamente una práctica física, sino que tiene una filosofía detrás que es enorme que es la visión profunda de lo que es el hombre y el cosmos. Y en la misma práctica la filosofía y la práctica se van fundiendo en una sola cosa, y eso es yoga para mí.
¿Cuáles creés que son algunas de las enseñanzas más importantes que te dieron tus maestros?
Bueno, tuve muchos maestros y maestros que me enseñaron diferentes aspectos del yoga. Comenzando con maestros de Anatomía y Biomecánica. Por ejemplo, siempre recuerdo al Dr. Ferreira, que era mi profesor en la Facultad, con quien estudié Anatomía; excelente profesor de Anatomía descriptiva. Hasta profesores que tuve de Biomecánica. Luego también tuve profesores de pranayama, de meditación y de filosofía. Hasta actualmente tengo mi profesor de filosofía, dos profesores. Pero particularmente un profesor, un maestro, quizás al único que considero un verdadero Maestro que me dio algo que yo no conocía que es una intensa presencia a través de su presencia. Estando frente a él sentí por primera vez que hay algo en nosotros que es completamente eterno y perfecto, puro y quieto. Y lo sentí en el centro de mi corazón. A partir de ese momento muchas veces esa vivencia ocurre, aparece y la puedo traer muchas veces a instancias de mi vida en que las necesito, especialmente también durante la práctica de meditación.
¿Cómo ves el conflicto entre la tradición y las nuevas tendencias del yoga?
La tradición y las nuevas tendencias del yoga están un poquito separadas a veces, especialmente en esta época en que el yoga se lo considera como una práctica de posturas y nada más. No hay nada de malo en eso; si al alumno le sirve la práctica de posturas y nada más, está perfecto. Pero hay que comprender que es un aspecto del yoga.
Entonces la tradición, en realidad imagínense que en India el yoga transcurrió 5 mil años en una cultura en que la gente no tenía sillas y tampoco mesas, y se sentaba en el piso para rezar, y tener sus actividades sociales, comer, etc. Entonces, estaba en un contexto muy diferente al de ahora. Entonces este cambio que tuvo el yoga, esta traspolación de Oriente a Occidente hace que en el camino se olviden ciertos elementos, especialmente las prácticas de pranayama, meditación y filosofía.
Yo siempre pienso que no es necesario que la gente las practique todas. Que cada uno practique lo que necesita, lo que quiere, lo que lo motiva. Cada vez que te interesan más posturas te pueden llegar a interesar en todo caso filosofía, pranayama, meditación; bueno, encontrar un buen profesor que me enseñe o libros donde estudiar.
¿Es posible aplicar la filosofía antigua a la vida moderna sin perder el eje?
Bueno, no es posible no perder el eje como ser humano. Se puede aplicar la filosofía antigua de la India a la vida moderna sin ninguna duda. Yo tuve la suerte de poder viajar mucho en mi vida y he viajado a todos los continentes, muchos países y culturas diferentes, y lo que siempre me llamó mucho la atención no es tanto las diferencias que hay entre las culturas, sino las similitudes que hay entre los seres humanos de las diferentes culturas. Entonces todos sufrimos, todos tenemos dolor, todos tenemos envidia, todos tenemos emociones negativas de todo tipo. Ahora por eso es que toda la filosofía antigua se aplica tanto al hombre de la India hace 5 mil años, como a un argentino en el año 2019.
¿Hay que estructurar hoy el yoga?
Yo creo que hay que estructurar la enseñanza del yoga. Hoy en día cualquiera puede dar clases de yoga sin tener ningún estudio; de hecho como las fotos en los medios llaman tanto la atención, alguien podría ser muy flexible, sacarse unas fotos, tener 5 mil me gusta en su foto, y dar clases de yoga.
Creo que se tiene que estructurar la enseñanza del yoga, tiene que haber un programa oficial, sin duda. Existen a nivel internacional lo que se llaman los Yoga Alliance. En mi escuela nosotros estamos certificados por el Yoga Alliance de India. Pero tendría que ser oficial, donde un profesor tendría que saber, por ejemplo, bastante de biomecánica, porque hoy tenemos un montón de problemas posturales como: rectificaciones cervicales, lumbares, de rodilla. Entonces tenemos que saber mucho de biomecánica, y por otro lado tenemos que conocer el trasfondo filosófico. Un practicante no es necesario que conozca la filosofía si no le interesa, pero un profesor sí debería conocerla.
¿Cuáles son los desafíos y posibilidades que tiene hoy el yoga?
El yoga tiene desafíos y posibilidades. Los desafíos son cómo adaptar una enseñanza antigua, una enseñanza que tuvo miles de años en India, con una cultura totalmente diferente, con costumbres diferentes, y cómo adaptar la filosofía del yoga a la vida de hoy en día. Pero no solamente la filosofía, sino también cómo adaptar las posturas que eran indicadas para personas que estaban sentadas con las piernas en el piso (la gente se sentaba con piernas cruzadas en el piso, para comer, para rezar, etc) a gente que tiene hábitos posturales totalmente diferentes. En las piernas cruzadas en el piso, los fémures están rotados externamente, y nosotros no tenemos ese movimiento. Entonces, ¿qué es lo que pasa? Si yo hago muchas posturas de piernas cruzadas, probablemente como no tenemos esa rotación externa, nos lastimemos las rodillas. Entonces tenemos que ver cómo adaptar posturas que fueron dadas a los indios hace miles de años a gente que tiene hábitos posturales diferentes.
Y las posibilidades del yoga son enormes. A mí me llama mucho la atención que la práctica del yoga que estaba casi desapareciendo en India a principios del siglo XX, toma esta fuerza en Occidente; es muy extraño, me llama muchísimo la atención. Yo doy clase hace 25 años y veo cómo crece el yoga, cada día hay más y más alumnos, y eso es porque el yoga trae una respuesta a este momento de la Humanidad, no tengo ni idea por qué. Pero la mayoría de la gente que viene y practica se siente muy a gusto, y siente algo que los transforma, que los sana. Entonces, las posibilidades del yoga son enormes. Queda en manos de nosotros, los profesores, cuidar que el yoga no sea únicamente la enseñanza de posturas, sino que tenga, además de eso, un trasfondo filosófico.
¿Qué considerás como “indispensable” que sepa/aprenda un profe de yoga?
Considero que es muy importante para un profesor de yoga estos dos aspectos que son la biomecánica y la filosofía del yoga.
La biomecánica porque la gente viene muy rota a yoga; hay mucha gente con muchos problemas, de hecho la mayoría de los alumnos no están buscando una trascendencia filosófica sino simplemente curarse del dolor de cabeza, del dolor de cintura, del dolor de muñeca, rodilla, etc. Entonces es muy importante aprender biomecánica. Yo creo que la biomecánica tiene que ser un tema estructural en los instructorados de yoga.
Y por otro lado, la otra mano sería la filosofía. Es muy importante comprender que el yoga no solamente es posturas, sino que tiene un aspecto filosófico por detrás, y tiene otras prácticas como la práctica de ejercicios respiratorios, de meditación, etc, que es muy importante que un profesor aprenda.
Quiero saludar a todos los profesores y todos los practicantes de todos los estilos de yoga en Argentina y en el mundo, decirles que estamos en un momento muy importante de la Humanidad. La Humanidad está muy dolida, nosotros somos parte de ello también, el dolor está en nosotros también, y estamos acá como servicio. Nosotros tenemos que entender eso, todo profesor de yoga tiene que entender eso: que lo que hacemos es un servicio y que, como todo servicio, es para ayudar a los demás pero increíblemente el que más recibe es uno mismo al dar. Así que ése es mi mensaje para todos los profesores de yoga. ¡Gracias!
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Luego de haber transitado mas de 10 años en Aikido, comienza mi camino por el Yoga para descubrir aprendiendo mas de mi a través de lo que comparten los maestros.
Hace más de 12 años que practico Yoga y es un viaje de ida. Probé varios estilos pero el verdadero maestro está dentro de cada uno.
Es placentero, emocionante!
Lo importante es practicarlo, de nada sirve que te lo cuenten, hay que probarlo.
Muy linda entrevista, muy lindas palabras, para mí detrás del yoga más que una filosofía hay una espiritualidad que sentí desde la segunda clase de yoga a la que asistí, sin poder ponerle palabras como pasa con una filosofía, entendí que iba más allá de lo físico y eso es lo que necesitamos como humanidad, me parece. Un abrazo lleno de amor y luz!