El Yin Yoga se basa en el concepto taoísta de yin y yang, principios opuestos y complementarios en la naturaleza. YIN es el aspecto estable, inmóvil y oculto de las cosas. YANG es el aspecto cambiante, conmovedor y revelador en el cuerpo. Los tejidos conjuntivos relativamente rígidos (tendones, ligamentos, fascia) son YIN, mientras que los músculos y la sangre, al ser más móviles y flexibles, son YANG.
Mi invitación en cada práctica de Yin Yoga es a viajar al interior a través de la observación y la escucha profunda de uno mismo. Y es desde esta permanencia que entramos en cortos estados meditativos, de conexión, de sintonización con nosotros. Siempre de manera suave, con amor y con paciencia, respetándonos.
Un viaje al interior del tiempo
El yoga comienza en el momento presente. Al mantener los ojos cerrados evitamos distraernos con el mundo exterior y a través de esta herramienta alcanzamos un nivel más hondo de conexión para poder así liberar desde las profundidades tensiones o bloqueos. Al buscar no oponernos a la naturaleza de las cosas podemos soltar todo tipo de resistencia y confiar en lo que vaya apareciendo, o en lo que vaya desapareciendo.
Así, el tiempo de la práctica adquiere otra dimensión en la que sumergimos, y entregamos nuestro cuerpo en la permanencia de la asana, poniendo el foco en sostenerla durante varios minutos y no en su intensidad, escuchando siempre cuál es nuestro límite.
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Esta práctica es medicina para el mundo moderno. Vivimos muy rápido (yang) y debemos encontrar el equilibrio (yin). Estamos sobreestimulados, y nuestra mente sólo busca más información y más información, sin importar qué, para no lidiar con el vacío, con los huecos. Y, justamente, son esos huecos los que debemos permitir, estar vacíos para darle lugar a la mente a detenerse y darnos la posibilidad de poner un freno.
La práctica de Yin Yoga
El Yin Yoga es una práctica lenta y suave que dirige la atención hacia adentro. Son asanas de piso que se prolongan en el tiempo permitiendo que el cuerpo fascial se libere, lubricando las articulaciones y fortaleciendo los tendones y ligamentos. Incorpora el trabajo de la respiración, la práctica meditativa y la teoría de los meridianos (TMC) para llevar al practicante a un nivel profundo de contemplación y liberación.
Una clase de Yin Yoga, por lo general, consiste en una serie de posturas de piso pasivas y de larga duración, trabajando principalmente la parte inferior del cuerpo: las caderas, la pelvis, la parte interna de los muslos, la parte baja de la columna vertebral: zonas ricas en tejidos conjuntivos. Se produce así una liberación de energía, emociones y sentimientos negativos que tenemos alojados en las caderas.
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Tres principios fundamentales de Yin Yoga
Nuestro cuerpo nos marca hasta dónde ir en la postura, su límite
Buscamos llegar a la profundidad justa del asana, el lugar donde el cuerpo se detiene de forma natural, libre de toda tensión muscular y dolor. Donde la respiración se mantiene suave, sin esfuerzo extra.
Mantener la calma en la postura
Encontrar la calma en el cuerpo es clave para lograr la entrega en la forma y permitir que los músculos alrededor de la zona objetivo permanezcan pasivos (relajados).
Sostener la postura en un período de tiempo
La intención es mantener la postura durante un largo periodo de tiempo en el suelo: siendo principiante, entre 1 a 3 minutos; y avanzados, 5 minutos o más.
Beneficios del Yin Yoga
- Aumenta la movilidad y flexibilidad.
- Disminuye el stress y la ansiedad.
Alarga los músculos y reduce las adherencias entre ellos. - Hidrata los tejidos y músculos.
- Equilibra el prana.
- Calma la mente.
- Nos libera de la tensión.
- Fortalece los ligamentos.
- Lubrica las articulaciones.
- Ayuda al cuerpo a responder al stress.
- Desintoxica.
- Reduce la degeneración de los tejidos.
- Normaliza la curvatura de la columna vertebral.
- Aumenta la movilidad de las articulaciones y reduce la osteoporosis.
- Ayuda a prevenir la fusión de las articulaciones.
- Calma el sistema nervioso.
- Calma y equilibra la mente y el cuerpo.
- Reduce el stress y la ansiedad.
- Aumenta la circulación.
- Libera la fascia y mejora la movilidad articular.
- Equilibra los órganos internos y mejora el flujo de chi (prana).
Para quiénes es el Yin Yoga
Yin Yoga es para quien se siente cansado y anhela potenciar su energía o para aquel que está sobreestimulado y tiene una mente hiperactiva o niveles de energía erráticos.
Vivimos en un mundo en el que somos bombardeados con estímulos las 24 horas del día. Por eso es tan necesario darnos el tiempo y la posibilidad de detenernos y permitir estar vacíos para poder observarnos, dándole espacio a nuestras emociones. Se trata de un viaje hacia adentro. De un camino de autosanación que nos invita a reconectar y recobrar nuestro equilibrio.
Deconocía esta práctica y todo su poder, me encantó la información, buscaré pciones en mi ciudad para probarla, grcias!!!