Hábitos alimenticios: cómo empezar el cambio hacia una alimentación más natural y consciente

Cada persona tiene distintas necesidades nutricionales dependiendo de los factores individuales y ambientales. Por lo tanto, para comenzar a hablar de cambios de hábitos alimenticios vamos a hablar de calidad nutricional y no de cantidad nutricional.

Es importante tomar consciencia de que hay alimentos que si se consumen diariamente y en exceso, perjudican nuestra salud. Por consiguiente, el objetivo es consumir alimentos más naturales, originarios del campo, sin procesamiento industrial. De esta manera, el cuerpo asimilará mejor este tipo de alimentos.

Pensar en volver a una alimentación más natural como en los antepasados, evitando el gran consumo de productos industrializados parece una tarea difícil pero si nos organizamos se puede lograr. Un primer paso debería ser organizar adecuadamente las compras que realizamos y nuestra despensa; pensar en qué compramos, de dónde proviene, qué nutrientes nos proveerá, etc.

Lograr una despensa saludable consiste en limitar al mínimo los alimentos ultra procesados priorizando la elaboración casera y los productos orgánicos certificados. Es importante saber que mayormente los productos con menos procesamiento industrial se consiguen fuera de grandes tiendas o supermercados.

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Volver a lo natural implica consumir regularmente:

• Cereales integrales y legumbres, éstos nos brindan energía y vitalidad.
• Frutas y verduras, preferentemente orgánicas
• Endulzantes naturales como miel, melaza, stevia, dátiles, pasas de uva, azúcar mascabo o integral.

Una alimentación monótona no sería natural ni fisiológica porque tendría carencia o exceso de nutrientes, es por ello que se debe pensar en todos los grupos de alimentos y, alternar entre alimentos del mismo grupo.

El alimento perfecto no existe, a todos los alimentos les falta o sobra algo. Por eso es importante tener una dieta equilibrada y balanceada y la idea es empezarla de a poco, hacer los cambios progresivamente.

Ejemplos para empezar un cambio de hábito alimenticio:

• Sustituir arroz blanco por arroz integral, azúcar refinada por azúcar mascabo
• Incorporar frutas en licuados, smoothies, batidos o jugos
• Incorporar vegetales, cereales y semillas en distintas preparaciones como budines, buñelos, guisos, etc.
• Consumir alimentos con energía viva como germinados, fermentados, frutas y vegetales crudos. Estos alimentos tienen enzimas
• Empezar a conocer el mundo de las legumbres para incorporarlas en distintas preparaciones en nuestra alimentación diaria.
• Mejorar la calidad de las grasas, evitando o disminuyendo el consumo de grasas saturadas y grasas trans
• Sustituir las colaciones como panificados, dulces y golosinas por frutas frescas o frutos secos
• Evitar el consumo de gaseosas, jugos y cualquier bebida industrializada. Como opción saludable se pueden elaborar aguas saborizadas caseras con hierbas y frutas , tés saborizados, etc.

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Recordemos que en el refinamiento se pierden nutrientes que son muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo.

Ah, y para finalizar, recuerda siempre que el comer ocasionalmente algún producto natural no significa que se está comiendo saludablemente. Por eso, seguiremos hablando de cambios en los hábitos alimenticios en futuras notas. ¡Hasta entonces!

Por Magalí de Santos, Licenciada en Nutrición en la Universidad Maimónides (Buenos Aires, Argentina). Especializada en Alimentación Naturista y Vegetariana, como asimismo en Nutrición Deportiva. Mi objetivo es asesorar a las personas para que puedan alcanzar una mejor calidad de vida. Estoy para guiarte en este camino que te permitirá mejorar tu salud y alcanzar tu bienestar. Sitio web.