5 Posturas de Yoga para ganar energía

El cansancio crónico y la fatiga son problemas habituales de nuestros tiempos. Las causas son muchas: ciclos de sueño irregulares, tiempo de descanso insuficiente, alimentación inadecuada, largas horas de trabajo sentados detrás de un monitor, etc.

La vida sedentaria es, muy probablemente, el principal motivo por el que te sientes agotado. Al contrario de lo que podrías pensar, mientras más tiempo pasas sin generar ningún tipo de movimiento corporal, más cansado te sientes. Esto no quiere decir que sentarse en el sillón a ver una buena película cuando vuelves de trabajar, por ejemplo, esté mal. Pero hacer costumbre el ocupar todo tu tiempo de ocio en actividades sedentarias puede llegar a ser un problema, sobre todo si tienes un trabajo “de oficina” o muy estático.

Dedicar unos minutos diarios a activar el cuerpo puede hacer una gran diferencia. Ya sea que estés luchando con la fatiga, o te cueste arrancar en las mañanas, o sientas esa imbatible modorra del atardecer, las cinco posturas de yoga que te presentaremos te ayudarán a sentirte revitalizado y listo para encarar el resto del día con energía.

5 Posturas de Yoga para ganar energía

1. Utkatasana

Utkatasana es conocida como la Postura de la Silla, ya que la postura del cuerpo se asemeja a la que adoptamos al sentarnos. Sin embargo, su nombre en sánscrito devela que poco tiene que ver con la comodidad que se siente al sentarse. Utkata significa “poderoso”, “fuerte”. Este poder proviene del trabajo que realizan las piernas y, sobre todo, los músculos abdominales. La sensación se irradia desde el centro hasta las puntas de los dedos, que se elevan hacia el cielo, y repercute en nuestro estado de ánimo y, por lo tanto, en tus niveles energéticos.

Comienza buscando tu centro y estabilidad en Tadasana. Con una inhalación, eleva los brazos hacia el cielo. Puedes mantenerlos paralelos o juntar las palmas, siempre y cuando esto no cause ninguna incomodidad en los hombros y espalda. Con una exhalación, flexiona tus rodillas lentamente, buscando que los muslos queden tan paralelos al piso como sea posible. El torso se inclina ligeramente hacia adelante. Presiona desde los talones y busca longitud en la espalda; no dejes que se contraiga el cuello. Puedes empezar manteniendo esta postura por unos 30 segundos, e ir aumentando el tiempo con la práctica. Ver más información de esta postura.

2. Bhujangasana

La espalda es una de las zonas del cuerpo que más se resienten debido al estrés y las tensiones. Mantenerla sana y flexible es vital para sentirnos plenos y no tener dificultades al realizar actividades cotidianas. Una asana sencilla para cuidar la espalda es la Postura de la Cobra, o Bhujangasana.

Comienza recostándote boca abajo sobre tu mat, con las piernas bien estiradas y los dedos apuntando hacia atrás. Planta firmemente tus manos a la altura de tus hombros. Empieza a extender lentamente tus brazos, sin pasarte del límite natural de tu cuerpo. Baja los hombros, no tensiones el cuello. Siente como tu pecho se expande y se eleva desde el esternón. Puedes leer la guía paso a paso detallada aquí.

Es esta apertura del pecho lo que la hace un energizante inmediato: se genera, a su vez, la apertura de los pulmones, permitiendo realizar respiraciones más profundas, que purifican tu cuerpo y te dan una sensación de bienestar y renovación.

3. Virabhadrasana

La Postura del Guerrero es una de las asanas más reconocidas aún por los practicantes más novatos. En sus tres variaciones, Virabhadrasana es sumamente vigorosa y requiere de poner toda tu concentración en varios factores a la vez. Por eso mismo, activa toda la energía de tu cuerpo, haciendo que puedas sentirla desde los pies hasta las puntas de los dedos.

Son excelentes para abrir el pecho y fortalecer los pulmones, promoviendo una respiración más profunda y vitalizante. La Postura del Guerrero III es, a su vez, una de las más sencillas asanas de equilibrio, excelentes para fortalecer la columna y aliviar dolores corporales, que tan a menudo son la fuente principal de la fatiga.

En Relajemos.com contamos con una muy completa guía paso a paso para realizar las tres variaciones de Virabhadrasana. Puedes leerla aquí.

4. Salamba Sarvangasana

Las posturas de inversión son, en general, sumamente energizantes. Tanto es así, que se dice que unos minutos de cabeza ayudan a rejuvenecer todo el cuerpo. Salamba Sarvangasana, la postura de la vela, en particular es conocida como “la madre de las asanas”, ya que se encarga de armonizar todos los sistemas del cuerpo. Regula el flujo de hormonas, activa los órganos abdominales, promueve el flujo de sangre, entre otros beneficios. Por supuesto, un cuerpo sano tiene mucha más energía que un cuerpo que se siente pesado, desestabilizado.

Lo primero que debes hacer para realizar esta postura, sobre todo si eres principiante, es colocar mantas dobladas en el suelo que te sirvan como soporte para la zona de las cervicales. Recuéstate con los brazos extendidos, palmas hacia abajo. Lentamente, empieza a levantar las piernas, ayudándote con las manos para hacer presión contra el piso. Puedes empezar por llevarlas en flexión hacia tu cara, y luego extenderlas en dirección al techo. Sujétate la espalda baja con las manos para llegar a extenderlas completamente y mantener el equilibrio.

Para conocer más sobre Salamba Sarvangasana y leer nuestros consejos para principiantes, haz clic aquí.

5. Savasana

Puede parecer contradictorio recomendar esta postura de relajación para ganar energía, pero la verdad es que hacer una pausa con Savasana puede ser exactamente lo que necesitas para recargarte. Solo unos minutos en Savasana pueden ayudarte a aliviar la fatiga y los músculos cansados. A largo plazo, es fantástica para combatir el insomnio, causa de cansancio crónico, y para relajar las tensiones acumuladas en el cuerpo, que consumen tu energía permanentemente.

Empieza por recostarte boca arriba en tu mat, con las piernas separadas a la altura de las caderas y los brazos a los lados del cuerpo. Sírvete de cualquier elemento que necesites para estar perfectamente cómodo: mantas dobladas o almohadones para la zona de las cervicales, algo apra taparte los ojos, etc. Inhala profundamente y exhala con sonido para realizar una respiración de limpieza. Luego, entrégate a la postura. Puedes leer más sobre el increíble poder de Savasana aquí.

Te recomendamos particularmente practicar Savasana al final de tu práctica diaria.

Bonus: Surya Namaskar

Nos tomamos la libertad de hacer una pequeña trampa, ya que Surya Namaskar no es una postura, sino una secuencia de asanas. Se trata, nada más y nada menos, que de el Saludo al Sol,  renovador de la energía por excelencia.

Existen numerosas variaciones del Saludo al Sol. Una de las versiones más habituales consta de 8 asanas, de las cuales 4 se repiten al principio y al final. De esta manera, puedes repetir la secuencia de forma cíclica cuantas veces quieras. Aprende a realizar Surya Namaskar aquí.

El momento ideal para realizar esta secuencia es por la mañana, para empezar el día con energía y vitalidad. Esto no quiere decir que no puedas practicarla en otro momento del día: es ideal para aliviar músculos fatigados y también para activar músculos y articulaciones antes de realizar actividad física.