Uno de los rituales de posturas más dinámicos en el yoga, hace honor a uno de los astros que más nos ilumina: La Luna. El saludo a la Luna o Chandra Namaskar es una serie de asanas que se llevan a cabo de forma organizada, cuyos movimientos invitan a la paz y a la relajación del cuerpo físico, mental y emocional.
Chandra Namaskar: posturas armoniosas
Tanto las posturas del Saludos al Sol como del Saludo a la Luna permiten una perfecta armonía. Son asanas conectadas, donde el final de una funciona como comienzo de la otra, lo que hace de la práctica de yoga un movimiento ameno y natural.
Además de la armonía que despierta el Saludo a la Luna, también lleva inherente un ritmo de respiración. Durante el estiramiento se inhala y se exhala en la postura siguiente. Es una prueba de lo bien diseñada que está la secuencia de Chandra Namaskar.
Saludo al Sol y Saludo a la Luna: diferencias
Si crees que estas dos prácticas producen el mismo resultado debes saber que se trata de dos secuencias que generan efectos complementarios.
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Según la filosofía del yoga, el Sol del cuerpo humano está en el abdomen, mientras que la Luna está en la cabeza. La Luna contiene el capital energético que tenemos al nacer.
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Cada vez que respiramos, una gota de este líquido fluye y es consumido por el Sol, nuestro fuego gástrico. El resultado es que, a lo largo de los años, perdemos nuestra energía y nuestra vida termina cuando se agota este precioso líquido.
Para contrarrestar este proceso inevitable, los yoguis de la antigüedad practicaron las inversiones, que permiten revertir el proceso.
El Sol es, por lo tanto, lo que calienta y transforma; la Luna es lo que calma y regenera.
Energía del Saludo a La Luna y al Sol
Si transponemos esta fisiología sutil a la práctica postural moderna, podríamos decir que el Saludo al Sol hace posible calentar el cuerpo y la mente: su práctica repetida genera el ardor necesario para la disciplina del yoga. Por otro lado, el Saludo a la Luna tiene el efecto contrario: calma y refresca el cuerpo, para restaurar la energía vital.
Más que opuestas, estas dos prácticas, como dijimos, son complementarias. Ambas requieren y generan diferentes estados de ánimo:
- El saludo al sol brinda una energía dinámica, solar, radiante: es un ejercicio energético, de calentamiento del carácter Yang.
- El saludo a la Luna aporta un efecto relajante, desarrollando intuición y paciencia, carácter Yin. Con un enfoque en la apertura de la cadera y la flexión lateral, promueve el movimiento fluido y las transiciones suaves.
¿Cuándo practicar las posturas de Saludos?
El Saludo al Sol es perfecto para comenzar el día o la sesión de yoga, mientras que el Saludo a la Luna ofrece sus beneficios al final del día, cuando el cuerpo lunar comienza a ser visible.
Chandra Namaskar tiene varios efectos: su práctica es provechosa en los días en que nos encontramos con las energías agotadas, o cuando pasamos por alguna situación que nos genera estrés y ansiedad.
Mejor momento para hacer el Saludo a la Luna
La Luna tiene un profundo impacto en nosotros con sus diferentes secuencias y fases, por lo que sus posturas de yoga deben practicarse teniendo en cuenta las fases lunares que duran 4 semanas. En este sentido, es recomendable practicar estas posturas durante los días de luna llena, que son la mejor etapa para aprovechar la energía lunar.
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Saludo a la Luna paso a paso
- Tadasana: ponte de pie lo más alineado posible, manteniendo el cuello estirado.
- Utkatasana: eleva lentamente tus brazos hasta que se encuentren completamente en dirección al cielo mientras empujas los glúteos hacia atrás como si te sentaras en una silla imaginaria.
- Kali Mudra: lleva tus manos al centro del pecho y entrelaza los dedos dejando solo los índices extendidos. Luego lleva el mudra hacia abajo. Posteriormente inhala mientras impulsas, y exhala nuevamente para subir con tus brazos extendiéndote hacia atrás.
- Uttanasana: con el cuerpo plegado hacia tus rodillas, deja que tu espalda se relaje. Luego lleva tu pierna hacia atrás, apoya la rodilla en el suelo y el empeine. Coloca tu tronco recto.
- Kali Mudra: lleva nuevamente tus manos al centro del pecho. Luego lleva el mudra con una inspiración hacia atrás.
- Adho Mukha: colócate perro cabeza abajo con las caderas elevadas al cielo y los brazos y piernas estirados. En esa posición lleva la pierna izquierda sobre la rodilla de la pierna derecha como formando un “4”. Luego, con la pierna derecha estirada hacia atrás, deja caer tu cadera con la pierna izquierda en la misma posición. Usa un almohadón para ayudarte.
- Padma Mudra: con el tronco recto, lleva nuevamente tus manos al centro del pecho. Los pulgares y los meñiques se tocan entre sí como formando una flor. Luego estira un brazo hacia arriba y el otro hacia atrás. Vuelve a Padma Mudra.
- Adho Mukha: extiende tus caderas nuevamente al cielo y mantén los brazos y piernas estirados.
- Chaturanga: luego flexiona tus brazos sin dejarlos caer al piso y haz una plancha recta.
- Bhujangasana: inhala para hacer la postura de la cobra, presionando las manos contra el suelo y estira hasta elevar el tronco y manterlo recto.
- Adho Mukha: exhala y vuelve de nuevo a perro cabeza abajo, elevando las caderas al cielo y estirando los brazos y las piernas.
- Repite todo con la otra pierna.
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Video: Cómo hacer el Saludo a la Luna paso a paso
Beneficios de Chandra Namaskar
Saludar a la Luna durante la práctica de yoga, tiene un efecto calmante y regenerador en el cuerpo, y otro, apaciguador en la mente. La práctica será beneficiosa si la realizas dentro de tu rutina, o si buscas calmar una angustia en particular.
- Efecto relajante: Tiene un efecto muy relajante en el cuerpo, pero también en la mente.
- Actúa como un calmante: Esta pose es excelente para calmarte los días en que te sientas agitado o molesto.
- Sirve para reflexionar: Las respiraciones profundas y largas del Saludo a la Luna te ubican en el momento presente y te permiten reflexionar sobre tus acciones y tu vida.
- Ayuda a liberar tensiones: Durante la práctica de esta postura, el cuerpo permanece tranquilo y la mente está atenta, libre de tensiones y estrés.
- Favorece la creatividad: Los saludos a la Luna activan el lado izquierdo del cerebro y despiertan la creatividad. Por lo que cultivar conscientemente la energía lunar puede ser muy beneficioso para quienes se desenvuelven en áreas creativas.
- Mejora la circulación sanguínea: Lo que ayuda a disminuir el riesgo de presión arterial o várices.
- Elimina el letargo: Reduce la somnolencia excesiva, el insomnio y el estrés.
- Aumenta la flexibilidad y la fuerza: Se trata de una postura que requiere un nivel de estiramiento exigente, por lo que es ideal para desarrollar una flexibilidad óptima en las articulaciones. Además, trabaja también en la columna vertebral, las piernas, los brazos, la espalda y los hombros, estirándolos y fortaleciéndolos.
- Incrementa el oxígeno: Las respiraciones profundas incluidas en cada postura permiten experimentar un alto nivel de oxígeno en el cuerpo, lo que contribuye a niveles de energía más altos.
¿Realmente es efectivo el Saludo a la Luna?
Todas las poses de yoga, incluyendo la serie del Saludo a la Luna, son efectivas siempre y cuando la persona las lleve a cabo con atención, regularidad y disciplina. Esta serie, además de promover numerosos beneficios para el cuerpo físico y mental, es una oportunidad para emprender una forma de vida saludable. También es una manera de aprender a ver la vida desde otra perspectiva, con enfoques positivos, lo que te ayudará a ser exitoso en muchos aspectos.
Buenísima la nota ,muy clara y muy útil para tener en cuenta al preparar una clase de yoga.
Muchas gracias!!
Abrazo!!!
Excelente cada nota que leo . Gracias por compartir!